14 nov 2008

ENTRE WEIMARANERS

Hoy a sido el primer día que hemos salido juntos el amigo Alberto y yo con nuestros weimaraner a cazar, Luna y Paco. Salimos desde Huelva bien temprano, a las 7 de la mañana y partimos con destino a Paymogo. A las 8:30 ya estábamos en el terreno en el cual íbamos a cazar, desenfundamos las armas, sacamos a los perros y le di unas explicaciones de la forma que íbamos a cazar. Nos pusimos a ello y siempre lo deje en la mano que mas posibilidades tenia de tirar algún bicho, pero no se que paso, después de recorrer toda una cerca en la cual yo sabia que mas o menos podían estar la liebres, solo tuvimos la oportunidad de ver una rezagada que no nos dio tiempo a tirar. Saltamos a otra cerca y Luna empezó a coger rastro de algún bicho, no tardo mucho en dar con ellos, un bandito de perdices, al cual solo me dio tiempo de tirar uno que abatí, en ese mismo momento, al pegar yo el tiro se le arranco a Alberto una liebre que solo le pudo pegar un tiro y según el dejo un montón de lana pero no logro cobrarla, esperándolo me entro una paloma torcaz y con un tiro certero Luna me la cobro sin problema ninguno. Un poco mas adelante Luna cogió otro rastro, esta vez era una liebre, la cual la arranco del hocico y de un tiro a rodar, aprovechamos el momento para que el perro de Alberto mordiera la liebre, pues nunca había visto ninguna, la reacción del perro fue buena agarro la liebre como si la hubiera cogido toda la vida. Proseguimos con la caza, las torcaces se arrancaban entre las encinas y de vez en cuando nos pasaban cerca y Alberto logro abatir una y su perro Paco se la cobro muy bien. Ya era media mañana y nos dirigimos en dirección al coche, pues nos quedaba una caminata hasta el, le cante a Alberto otra torcaz, que también logro abatir y Paco también se la cobro, en ese mismo momento también tiro yo otra la cual me costo un par de tiras pero cayo. Ya estábamos llegando al coche y me sabia mal que no hubiera matado ninguna liebre todavía y lo mande por el sitio que normalmente se suelen escapar, pero no hubo suerte la única que apareció me la echo la perra muy cerquita y se la mate. Ya quedaban unos 200 metro para llegar al coche y me acorde de una liebre que siempre estaba por esos alrededores y le dije como tenia que cazar ese trozo para poder verla y lo dejé solo, al momento escuche dos tiros y al rato venia hacia mi una liebre, que la verdad no corría mucho la notaba algo rara y cuando llego mas o menos a tiro la mate, al momento llego Alberto y le pregunte que había tirado y me dijo que una liebre, la cual en uno de los tiros había rodado por el suelo pero se había rezagado y le dije que no la buscara pues yo la había rematado.

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